HONGOS MÁS COMUNES EN MASCOTAS
Los hongos que infectan la
piel de gatos y perros son hongos microscópicos muy contagiosos. Se reproducen
por esporas que se diseminan en el ambiente y son los responsables de producir
dermatofitosis o tiñas. Generalmente estos hongos pertenecen a los
géneros Microsporum, Trichophyton y Mentagrophytes.
Hay distintas especies de hongos como Microsporum canis y Microsporum
gypseum.
Los hongos se presentan como
lesiones, normalmente circulares en cualquier parte del cuerpo. Estas lesiones
son zonas alopécicas, con descamación y los bordes suelen estar enrojecidos. Si
tenemos la sospecha de que nuestra mascota está infestada por hongos debemos
acudir inmediatamente al veterinario para que nos lo confirme y podamos poner
un tratamiento.
Las enfermedades producidas en la piel por
hongos se denominan micoticas. Pueden reducirse solo a la piel o a las mucosas,
como es el caso de la tiña o de la candidiasis, pero, también y con menor
frecuencia, las encontraremos generalizadas y afectando al hígado, a los
pulmones o al cerebro.
Los hongos viven y se reproducen en el medio y
acceden al organismo de la mascota a través de heridas o por el tracto
respiratorio o por el tracto gastrointestinal. Pero hay otros hongos, como la
malassezia, que se encuentran de manera habitual en la piel y solo resultan problemáticos cuando alguna circunstancia produce un
desequilibrio, haciendo
que estos empiecen a crecer de manera incontrolada produciendo las afecciones
en la piel.
Esto quiere decir que este tipo de patologías
va a afectar sobre todo a mascotas que ya presentan alguna enfermedad y por
ella están debilitados, su sistema inmune no se encuentra funcionando de manera
habitual, sufren de alguna condición como la desnutrición o están sometidos a
tratamientos veterinarios prolongados. Por esto no suelen ser la primera opción
en un diagnóstico. Se sospecha de micosis por descarte.
La tiña,
conocida popularmente, es una dermatofitosis. El causante suele ser Microsporum
canis, hongo que invade pelo, folículos pilosos y, en ocasiones, las uñas.
Afecta más a cachorros, sobre todo en cara, orejas, patas y cola. Las lesiones
típicas son áreas circulares sin pelo. Puede
complicarse con bacterias.
Se
diagnostica utilizando una lámpara de Wood de luz ultravioleta. Al pasarla por
el cuerpo, si hay hongos, estos se iluminan. Pero como esta prueba no siempre
es fiable, es preferible realizar cultivos.
Además
del correspondiente tratamiento antifúngico es necesario implantar medidas
higiénicas para prevenir el contagio a otros animales, ya que se trata de una
zoonosis que se transmite por contacto directo con pelo, ambiente o enseres
contaminados y afecta principalmente a niños o personas inmunodeprimidas.
Adicional el manejo de enfermedades secundarias, como piodermas producidos por
bacterias.
Al hablar de hongos más comunes en piel en
mascotas se debe mencionar a las que producen otitis, ya que a veces estas
tienden a propagarse a nivel de piel. La otitis es una
inflamación del conducto auditivo externo, medio o interno. En ocasiones se ven
implicados hongos y entre ellos destaca la malassezia, una levadura. Suelen ser
infecciones oportunistas que atacan tras una infección
provocada por bacterias o cuando la mascota ya sufre
alguna dermatitis de base.
El oído afectado emite una secreción de color
marrón con mal olor. Otros síntomas que nos pueden alertar son rascados, dolor o
inclinación y sacudidas de la
cabeza. El tratamiento se basa en medicación que combata la
malassezia y limpiezas de oído.
Además de la otitis, la malassezia también
puede encontrarse en la piel y, al igual que en esos casos, suele proliferar en
presencia de otros patógenos que ya han debilitado al animal. Este puede
manifestar prúrito, zonas sin pelo, enrojecimiento, descamación y la piel puede
engrosarse y oscurecerse. Se percibe mal olor.
Cuando la malassezia también puede afectar y
reproducirse en los espacios interdigitales originando una pododermatitis. Se
encuentra la zona enrojecida y en, algunos casos, las uñas también estarán
dañadas, mostrándose oscurecidas en su base.
Para prevenir este tipo de patologías micoticas, es necesario mantener medidas higiénicas adecuadas, aseo de la zona donde se encuentre la mascota, aseo de sus útiles de aseo, aseo de sus comederos, baño de la mascota. Tratar a tiempo a las mascotas infectadas, además de aislarlos, recordemos que son altamente contagiosos por lo que deben ser manipulados con guantes y lavarse muy bien las manos después de tener contacto con este tipo de mascota.
Comentarios
Publicar un comentario