El ojo de cereza en mascotas es el prolapso de la glándula nictitante, lo que ocurre cuando la glándula lagrimal empuja la membrana del ojo. Este problema suele aparecer por una debilidad en los tejidos que rodean el tercer párpado, lo que hace que la glándula quede expuesta.
Causas y síntomas del ojo de cereza en mascotas
El ojo de cereza puede causar infecciones como conjuntivitis, enrojecimiento, irritación y ulceraciones. En casos graves, puede afectar la vista. La glándula nictitante es un párpado adicional que ayuda a proteger el ojo y humectarlo. Cuando se prolapsa, se ve como una bola carnosa de color rosado en la parte interna del ojo.
Algunos síntomas incluyen irritación ocular, secreciones y sensibilidad a la luz. El roce de la glándula contra el ojo puede causar daños, como úlceras o abrasiones en la córnea.
Tratamientos quirúrgicos disponibles
Existen dos tipos de procedimientos quirúrgicos para tratar el ojo de cereza: extirpación de la glándula y la técnica de bolsillo. La extirpación elimina la glándula, pero puede causar ojo seco debido a la falta de producción de lágrimas naturales. La técnica de bolsillo recoloca la glándula en su posición original, evitando el prolapso sin retirar la glándula.
Postoperatorio y cuidados
Después de la cirugía, se deben seguir cuidados postquirúrgicos. El uso de colirio ocular con antibiótico y analgésico es esencial, además de tratamiento oral. Es importante que la mascota repose y se mantenga con collar isabelino hasta que el veterinario indique lo contrario.
Este procedimiento es generalmente eficaz y tiene una alta tasa de éxito si se siguen los cuidados adecuados durante la recuperación.
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