Adoptar un animal como mascota no
es un asunto que se deba tomar a la ligera, debes ser consiente que implica
compromisos y responsabilidades. En esta oportunidad nos centraremos en eso que
debemos tener en cuenta a la hora de adoptar un gato, a veces pensamos que es
solo cuestión de llevarlo a casa y ya está; sin embargo, hay ciertas cosas que
debemos tener presentes y que por lo general no consideramos importantes y
pasamos por alto.
Antes de hablar de los aspectos
que se deben tener en cuenta a la hora de adoptar un gato, es preciso conocer
un poco sobre las características y personalidad general de estos animales. Los
gatos pertenecen a la familia de los felinos y tienen un instinto muy
desarrollado de supervivencia, de caza y de autonomía. Son animales que se
consideran muy independientes pero que no quiere decir que no requieran de
cuidados y atenciones. Según estudios, se dice que la inteligencia de los gatos
puede llegar a ser mayor que la de los humanos debido a su agilidad,
adaptabilidad e intuición. Los gatos son animales muy extrovertidos, curiosos,
voluntariosos y contrario a lo que se piensa que son egoístas, los gatos son
animales egocéntricos pero solidarios. Precisamente, por esto los gatos han
sido considerados a lo largo de la historia en diferentes culturas como
criaturas extraordinarias y símbolo de fuerza, amistad y lealtad. En el antiguo
Egipto, los gatos fueron admirados y considerados protectores, así como,
símbolo de belleza, fecundidad, prosperidad y buenas nuevas, incluso, la muerte
de un gato en Egipto era considerada como una gran desgracia y ameritaba un
funeral de estado. En la época antigua, los sacerdotes egipcios consagraban sus
plegarias al león, máximo exponente de los felinos y predecesor de los gatos.
En China, los gatos fueron idolatrados y considerados un símbolo de suerte y
sabiduría, así como también, fueron consagrados como símbolo de amor, paz,
fortuna y serenidad. En otras partes como Grecia y Roma fueron considerados dioses
y estaba prohibida su comercialización, se consideraban fuente de armonía y
abundancia.
1)
Ten presente su edad y su raza, no es lo mismo
adoptar un gato cachorro o joven a adoptar un gato adulto. Los gatos más jóvenes
son más extrovertidos y voluntariosos, pero a la vez más dependientes. Los
gatos adultos son más serenos y más independientes, pero su educación no es
tarea fácil. Del mismo modo, cada raza tiene unas características específicas y
unos cuidados propios que se deben tener en cuenta.
2) El
espacio en que se encuentre debe brindarles seguridad, los gatos son animales
rutinarios y por lo tanto no les gustan los cambios que los puedan llevar a
sentirse vulnerables, por esto es importante que siempre cuente con un espacio
de descanso, de juego, de aseo y de alimentación específicos, que puedan
hacerlo sentir que es su territorio y que es seguro. De igual forma, necesitan
mantener su instinto de superioridad, lo que explica su amor por las alturas.
Es importante que disponga de zonas donde pueda sentirse alto y que pueda
trepar
3) No son
insensibles, los gatos a pesar de su egocentrismo son animales que les gusta
sentirse amados y que tienen tiempo y atención solo para ellos, pero con
ciertos límites, los limites debes ponerlos tú y no ellos
4) La
convivencia con otros animales no es tarea imposible, los gatos son animales
muy adaptables, pero al principio puede ser difícil que conviva con otros gatos
o animales, por un juego de poder del territorio, por eso debe hacerse una
integración con paciencia y sin preferencias, de esta forma la convivencia será
armoniosa
5) La familia cuenta, prepara a todos los integrantes
de la familia, crea conciencia de las responsabilidades que implica adoptar un
gato, su alimentación, las atenciones, su educación, su higiene, la adecuación
de los espacios, el respeto y los cuidados que debe tener como sus vacunas,
chequeos médicos, protección y demás. Este proceso también debe hacerse con los
niños, una mascota es responsabilidad de todos, no solo de los adultos.
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