INFLUENZA
Al igual que en los
humanos, las mascotas pueden padecer síntomas parecidos a la gripa, con
diversos grados de afección en vías respiratorias superiores e inferiores.
En ocasiones, en los
perros se observan síntomas leves de infección de las vías respiratorias
superiores, con una ligera apatía, tos leve o estornudos y mayor secreción
nasal (transparente).
En pacientes geriátricos
donde se empiezan a presentar síntomas gripales, que presentan en general buen
estado de salud, comen normal consumen agua normal, orinan y defecan sin
ninguna alteración, se debe revisar y monitorear la temperatura corporal,
recordemos que la única manera de revisar esta constante es por medio de
termómetro por vía rectal, si la temperatura aumenta más de lo normal, lo ideal
sería menos de 39.5 °C, debemos llevar a la mascota con el médico veterinario,
para evitar complicaciones.
Los cachorros y los
perros braquicéfalos o los chatos, son más sensibles y corren mayor riesgo de
ser afectados o desarrollar una infección secundaria.
Aveces la mascota
presenta una tos persistente típica, que parece como si estuviera atorado o
atragantado, podría tratarse de una enfermedad que se denomina tos de las
perreras.
Existen ácaros nasales
lo que puede dar lugar a estornudos, secreción nasal, para diagnosticar este
tipo de patología no existe aún algún método diagnóstico, solo basándose en la
sintomatología. Además pueden presentar masas en los senos paranasales o en las
fosas lo que ocasiona síntomas similares a los de un resfriado.
De igual manera se deben
tener en cuenta que como en los seres humanos, en nuestros perros hay variedad
de afecciones que podrían parecer resfriados y gripe. Dentro de las más comunes
encontramos:
La tos de la perrera,
mencionada anteriormente, como se explicó, se caracteriza por una tos seca.
Las alergias
ambientales, a veces también a ciertos olores como el del perfume o el
ambientador.
El moquillo canino, el
virus más mortal, presenta una etapa respiratoria.
Para llegar a un diagnóstico y un tratamiento, se
debe realizar un buen examen clínico, análisis de sangre, ecografía y/o
radiografía. El tratamiento dependerá de la sintomatología que presenten.
En los gatos la gripa también es similar a como se
presenta en humanos y en perros, provocando secreción nasal, secreción ocular,
dolor de garganta, a veces presentan ulceraciones en la boca, dolores
musculares, fiebre y estornudos.
Algunos gatos pierden el sentido del olfato, por lo
que dejan de comer y por lo tanto sufrir de deshidratación.
En pacientes geriátricos y cachorros se debe tener
especial cuidado cuando es una gripa, ya que si no se maneja a tiempo se pueden
presentar complicaciones y repercutir en la salud del gato.
Asimismo puede causar daños graves a largo plazo en
los ojos (debido a ulceras) y esto podría convertirse en una enfermedad
crónica. Muchos gatos que han pasado la gripe se convierten en portadores del
virus y aunque parezcan sanos, pueden infectar a otros gatos con los que tenga
contacto.
La gripe felina es causada normalmente por dos virus: Calicivirus felino
y herpesvirus felino. Sin embargo, otros virus y bacterias también pueden estar
involucrados en este proceso.
Los gatos portadores o infectados diseminan el virus en la saliva, las
lágrimas y la secreción nasal, de modo que pueden contagiar a otros gatos
directamente (p. ej. estornudando) o el virus puede sobrevivir hasta una semana
en el ambiente, lo que significa que no es necesario que un gato esté en
contacto con un gato infectado para contraer la gripe.
Igual que con la gripe humana, no existen medicamentos específicos para
matar los virus de la gripe. La mayoría de tratamientos contra la gripe son de
apoyo y consisten en antibióticos para tratar infecciones secundarias y
atención para garantizar que el gato esté cómodo y beba y coma cantidades
adecuadas.
Algunos gatos con gripe deben ser hospitalizados para poderles
suministrar fluidos por vía intravenosa. Si el gato tiene síntomas de gripe,
debe estar apartado de otros gatos porque puede contagiarlos. Procurar mantener
los ojos y la nariz del gato limpios de secreciones mediante un algodón húmedo
con agua tibia, y ábrele el apetito con una dieta apetecible que desprenda un
olor agradable.
Existen vacunas contra los dos virus principales responsables de la
gripe felina, y se recomienda que los gatos reciban esta vacuna y las dosis de
refuerzo periódicas.
Además de mantener un ambiente cálido y evitar
corrientes de aire y baños si la mascota se encuentra con síntomas gripales.
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