La
leucemia felina es una enfermedad viral provocada por un retrovirus, el cual
debilita y daña el sistema inmune del felino generando una inmunosupresión,
desencadenando una alta exposición del animal a enfermedades infecciosas
secundarias. La leucemia felina es altamente contagiosa y si no es tratada
adecuadamente puede llevar a anemias e incluso cáncer.
La
leucemia felina es más común en los gatos que conviven en grupos, ya que esta
se transmite por el contacto con fluidos corporales de otros gatos infectados
como saliva, heces, orina, entre otros.
El
tratamiento para la leucemia felina consiste básicamente en medicamentos
antivirales, antibióticos para tratar enfermedades secundarias e incluso
algunos medicamentos quimioterapéuticos. El tratamiento y el manejo también
dependerá del estado en que se encuentre la enfermedad y el estado de salud del
felino, entre más temprano sea detectado y menos compromiso en la salud del
felino haya, mejor pronóstico.
1)
La
vacunación, es el pilar fundamental en el control de la propagación de este
virus y aunque no garantiza en un 100% una inmunidad si reduce
significativamente el riesgo, por eso es importante completar el esquema de
vacunación de tu mascota y si es bebé antes de que tenga sus vacunas es
preferible evitar el contacto con otros gatos y animales
2) Chequeos veterinarios al menos una vez
al año si tu gato es sano, o cada 3 o 6 meses si tiene alguna enfermedad de
base, dependiendo de la enfermedad
3) Los hábitos de higiene son
imprescindibles, sobre todo si conviven en grupo con otros gatos, mantenerlos
bien aseados y con su arenero limpio es vital
4) Si ha estado en contacto con otros
gatos que presente síntomas de esta enfermedad aun así si no es confirmado es
mejor tomar la prueba para mayor seguridad. De igual forma, si presenta
síntomas es mejor evitar su contacto con otros animales o felinos hasta
confirmar un diagnóstico e iniciar de inmediato el tratamiento
5)
No permitas
que tu mascota se refriegue en tus zapatos, cuando llegues a casa limpia la
suela de tus zapatos y preferiblemente cambia tu calzado. De igual forma, evita
pisar los accesorios de tu mascota como sus mantas juguetes que muerdan y demás,
si lo haces es mejor que los laves bien antes de que tu felino vuelva a hacer
uso de ellos
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