A continuación, te explicaremos algunas conductas que son comunes en los perros y cómo puedes interpretarlas.
1) Sus gestos: Bostezar excesivamente, lamerse los labios repetidamente, mirarte fijamente a los ojos, ponerse rígido o estornudar sin un estímulo y repetidamente, te pueden indicar que tu perro se siente incómodo, está aburrido, o siente desconfianza
2) Su cola: Menear la cola eufóricamente, te hará saber que se siente feliz o complacido. Por el contrario, si mueve su cola con de manera lenta y se mantiene concentrado significa que está cauteloso y prevenido. Y si su cola esta agachada y en medio de sus patas, quiere decir que siente miedo
3) Perseguir su cola de manera desesperada: Aunque está actividad por lo general la hacen para distraerse, si tu perro lo hace de manera excesiva, con desesperación o muerde su cola, puede ser un indicativo de que puede presentar un problema de salud dermatológico o incluso un trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
4) Arrastrar su trasero contra el suelo: Esta conducta puede darse cuando se siente sucios o con residuos de popo, o porque presentan problemas dermatológicos, inflamación perianal, masas o tumores o cuando se sienten estreñidos.
5) Coprofagia o comer las heces fecales propias o de otros perros: Este comportamiento bastante desagradable, indica que tu perro presenta un cuadro grave de estrés y ansiedad o deficiencia de algo. Es más habitual en los cachorros y debe tratarse por un profesional porque representa un gran riesgo para su salud
6) Cavar huecos en la tierra: Esto lo hacen como forma de desestresarse, liberar ansiedad o cuando se siente irritables. Aunque también pueden hacerlo por juego y diversión.
Ahora
bien, ¿Cómo podemos mejorar su conducta?
Es
importante que para poder modificar la conducta de tu perro tengas en cuenta
estas recomendaciones 1) darle una alimentación adecuada; 2) La estimulación
positiva y el ejercicio; 3) evita los juegos bruscos; 4) respeta sus
necesidades; 5) no te impongas, pero dejes que él se imponga, busca el
equilibrio; 6) favorece sus espacios de socialización con otras personas y con
otros animales; 7) dale su espacio; 8) no lo sobreprotejas; 9) llévalo a sus
controles veterinarios; y 10) es muy importante que lo premies pero que también
que lo corrijas cuando sea necesario de la manera adecuada.
Precisamente, en relación a esto último te contamos sobre los dos métodos más efectivos para educar y corregir a tu mascota:
1) El refuerzo positivo: Consiste en premiar con pequeños estímulos, no necesariamente comida, puede ser caricias, juego, otros accesorios, entre otras opciones, las conductas adecuadas y que nos satisfacen de nuestro perro. Por el contrario, no hacerlo con aquellas que no lo son.
2) Condicionamiento
clásico: Consiste en controlar
los estímulos o premios que tu perro recibe, cuando hace algo inapropiado. En
lugar de un premio, recibe un castigo, este castigo no debe ser físico y no
debe por ningún motivo violento ni agresivo.
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